lunes, 29 de diciembre de 2008

WebQuest: El arte de viajar



"Porque nadie puede saber por ti.
Nadie puede crecer por ti.
Nadie puede buscar por ti.
Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer.
La existencia no admite representantes"


Introducción:

A las palabras de Jorge Bucay yo añadiría un 'Nadie puede viajar por ti', y es que la mejor forma de conocer una cultura en profundidad, de empaparte de su historia, su cultura, sus costumbres, de la forma de vida de sus gentes, de los olores, sabores, texturas, conversaciones... es viajando. Viajar es bucear por mares desconocidos.


Tarea:

Hacia principios de junio y aprovechando todo lo aprendido durante los meses posteriores, los alumnos de secundaria prepararán su viaje de fin de curso a un país de habla inglesa, Irlanda.

Proceso:


Se les dará un tiempo máximo de diez días para que de manera conjunta, en grupos de cinco, se ocupen de las diferentes tareas relacionadas con el viaje. Unos se ocuparán de contactar con diferentes agencias irlandesas para convenir el alojamiento y una vez que hayan comparado precios seleccionarán la más conveniente. Otros se ocuparán de los medios de transporte: autobús, tren, el ‘dart’ en Dublín… y de los diferentes horarios y conexiones desde el aeropuerto hasta Dublín y desde Dublín hasta las demás poblaciones que se visitarán a lo largo de una semana. Otro de los grupos se informará de la comida típica de cada lugar y a su vez contactará con diferentes restaurantes locales para reservar las comidas y cenas del grupo y el último grupo decidirá el itinerario, teniendo en cuanta los diferentes monumentos y atractivos. Todos ellos tendrán que haber leído diferentes guías turísticas y varias páginas Web que se les proporcionará en inglés.
(En todo momento estarán en contacto con el profesor/a vía e-mail.)

Recursos:

Guías turísticas:

-online

http://www.lonelyplanet.com/ireland

http://www.roughguides.com/website/travel/destination/content/itleid=160&xid=idh119740248_0006

http://www.iol.ie/~discover/

http://www.softguides.com/ireland/maps/shannon.html

http://www.worldtravelguide.net/country/126/country_guide/Europe/Ireland.html



-libros

. "The Rough Guide to Ireland" by Paul Gray and Geoff Wallis
. "Fodor's Ireland 2007" by Anto Howard and Colleagues
. Eyewitness Travel Guide to Ireland (Paperback)by Tim Perry
. Rick Steves' Ireland 2008 [BARGAIN PRICE] (Paperback) by Rick Steves, Pat O'Connor

-Alojamiento:

http://www.gnws-ireland.com/
http://www.accommodation.ie/
http://www.travelireland.org/
http://www.irishbnb.com/

-Medios de transporte:

. Autobuses:

http://www.buseireann.ie/
http://www.citizensinformation.ie/categories/travel-and-recreation/public-transport/bus_services_in_ireland
http://www.goireland.com/gettinghere/buses-to-ireland.htm


· Trenes:

http://www.irishrail.ie/home/


Evaluación:

Al cabo de los diez días, y en una redacción en inglés se presentarán las propuestas de los diferentes grupos. Deberán contener de manera detallada los itinerarios que se seguirán y las razones por las que se han escogido esos y no otros; los medios de transporte que se utilizarán, y las diferentes atracciones que se visitarán justificando siempre sus razones.

Conclusión:

Esta actividad trata de perfeccionar tanto destrezas escritas, lectura y comprensión de textos, como orales, audición y conversación. Además, pretende fomentar su interés sobre otras culturas y concretamente sobre un país de habla inglesa y darle al estudiante autonomía para que se desenvuelva en el mundo real.

sábado, 25 de octubre de 2008

¿Qué significa domesticar?



—¡Buenos días! —dijo el zorro.
—¡Buenos días! —respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada.
—Estoy aquí, bajo el manzano —dijo la voz.
—¿Quién eres tú? —preguntó el principito—. ¡Qué bonito eres!
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—, ¡estoy tan triste!
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—, no estoy domesticado.
—¡Ah, perdón! —dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió:
—¿Qué significa "domesticar"?
—Tú no eres de aquí —dijo el zorro— ¿qué buscas?
—Busco a los hombres —le respondió el principito—. ¿Qué significa "domesticar"?
—Los hombres —dijo el zorro— tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? —volvió a preguntar el principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos... "
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
—Comienzo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
—Es posible —concedió el zorro—, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
—¡Oh, no es en la Tierra! —exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
—¿En otro planeta?
—Sí.
—¿Hay cazadores en ese planeta?
—No.
—¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
—No.
—Nada es perfecto —suspiró el zorro.
Y después volviendo a su idea:
—Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
—Por favor... domestícame —le dijo.
—Bien quisiera —le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
Sólo se conocen bien las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
—¿Qué debo hacer? —preguntó el principito.
Debes tener mucha paciencia —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
El principito volvió al día siguiente.
Hubiera sido mejor —dijo el zorro— que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
—¿Qué es un rito? —inquirió el principito.
—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones. De esta manera el principito domesticó al zorroY cuando se fue acercando el día de la partida:
—¡Ah! —dijo el zorro—, lloraré.
—Tuya es la culpa —le dijo el principito—, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
—Ciertamente —dijo el zorro.
—¡Y vas a llorar!, —dijo él principito.
—¡Seguro!
—No ganas nada.
—Gano —dijo el zorro— he ganado a causa del color del trigo.
Y luego añadió:
—Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
—Adiós —le dijo.
—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
—Lo esencial es invisible para los ojos —repitió el principito para acordarse.
Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
—Es el tiempo que yo he perdido con ella... —repitió el principito para recordarlo.
Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
—Yo soy responsable de mi rosa... —repitió el principito a fin de recordarlo.